Superficie de un
planeta remoto...
Me costó convencer a Hiram de que debía entrar sola en la
Ha´tak insignia. Él era de lejos mejor piloto que yo y le recordé que
necesitábamos que la pequeña nave que el
tok´ra había conseguido fuera un
medio de escape seguro y que estuviera a punto para en pocas palabras
"salir pitando" si la cosa se complicaba.
- Probemos el audio- dije tocando el pequeño transmisor
dentro de mi oído- uno, dos...
- Perfecto- contestó Hiram desde el sillón del piloto.
- Ok, ahora bajo el pequeño visor, ¿ves lo que yo veo?
El pulgar hacia arriba del joven me indicó que todo
funcionaba correctamente.
- Pues ya está todo- me palpé las armas que llevaba encima
dentro de las cartucheras y a la espalda- en cuanto esté dentro me vas
indicando.
- No hay problema, conozco los pasillos de las naves
goa´ulds a la perfección, son todas iguales- sentenció.
- Recuerda, dame un camino seguro hasta su habitación alejado
de los guardias después no me importa causar algo más de ruido.
- "Roger", ten cuidado- y guiñó un ojo- te veo en
unos minutos.
Bajé por la rampa hasta la superficie del templo abandonado casi en ruinas y activé los anillos de
transporte que me introdujeron en la Ha´tak en órbita con el planeta. El
brazalete fue una de las sorpresas de Scar, el objeto nos daría vía libre para
una incursión sigilosa por un camino poco transitado dentro de la propia nave.
La luz de los anillos desapareció y me encontré en una zona
solitaria. Armada hasta los dientes
avancé unos cuantos metros, de momento nadie a la vista.
- Todo despejado- susurré- añado modo visual, indícame.
- Vaaale, dame un
minuto para orientarme
- ¿Estás de broma?
- Tranquila...usa el
pasillo de la izquierda encontrarás un conducto de ventilación por el que te
podrás colar.