- Linda, por favor, recuerdame que la reunion de mañana se cambió para las 16:00.
- Si General, no se preocupe.
Landry cerró la puerta de su despacho, colgó su chaqueta en la puerta y al darse vuelta casi le da un ataque cardíaco al encontrarse con un desconocido sentado al borde de la mesa del escritorio. Por un segundo su mente de soldado barajó todas las opciones disponibles de huida y ataque antes de que aquel rostro le pareciera familiar, los rasgos más angulosos, el pelo mas largo, el gesto más serio, pero familiar. Reponiendose del impacto se quedó mirando al intruso con las manos apoyadas en las caderas.
- Debería mandar arrestarte por deserción.
- La carta de renuncia estaba en la carpeta.
- El procedimiento es que yo la firme "antes" de que te vayas.
- Nunca he sido bueno con las formalidades
El General soltó un resoplido de exasperación.
- Y dónde has estado todo este tiempo, en un campo de concentración? - preguntó mirándolo de arriba a abajo. El joven se encogió de hombros, sin sonreír. - En fin, se puede saber qué haces aquí?
- Primero que nada, deberíamos discutir un poco acerca de las medidas de seguridad de la base, sobre todo en lo referente a la entrada de personal no autorizado.
- Y segundo? - Advertirle de cierta presencia alienígena en Tauri que estoy seguro le va a interesar.