sábado, 19 de marzo de 2016

IGNOTHOS por Tarik

- Linda, por favor, recuerdame que la reunion de mañana se cambió para las 16:00.
- Si General, no se preocupe.

Landry cerró la puerta de su despacho, colgó su chaqueta en la puerta y al darse vuelta casi le da un ataque cardíaco al encontrarse con un desconocido sentado al borde de la mesa del escritorio. Por un segundo su mente de soldado barajó todas las opciones disponibles de huida y ataque antes de que aquel rostro le pareciera  familiar, los rasgos más angulosos, el pelo mas largo, el gesto más serio, pero familiar. Reponiendose del impacto se quedó mirando al intruso con las manos apoyadas en las caderas.


- Debería mandar arrestarte por deserción.
- La carta de renuncia estaba en la carpeta.
- El procedimiento es que yo la firme "antes" de que te vayas.
- Nunca he sido bueno con las formalidades


El General soltó un resoplido de exasperación.  


- Y dónde has estado todo este tiempo, en un campo de concentración? - preguntó mirándolo de arriba a abajo. El joven se encogió de hombros, sin sonreír. - En fin, se puede saber qué haces aquí?
- Primero que nada, deberíamos discutir un poco acerca de las medidas de seguridad de la base, sobre todo en lo referente a la entrada de personal no autorizado.
- Y segundo?  - Advertirle de cierta presencia alienígena en Tauri que estoy seguro le va a interesar.



Efectivamente eso rápidamente captó la atención del General, quien se acomodó en su sillón y le ofreció un asiento frente al escritorio, pero su interlocutor rehusó con un gesto de la cabeza y permaneció de pie detrás de la silla, apoyando las manos en el respaldo de la misma. Al darse cuenta de como temblaban las escondió en los bolsillos de su cazadora.


- Un café?
- No, gracias - fue la seca respuesta. - no bebo café.


Landry le observó de reojo un segundo. No recordaba haberle visto jamás en la sala de conferencias sin un tazón humeante en la mano, hubiera jurado que el antropólogo vivía de aire y ese brebaje oscuro. En menos de un año resultaba increíble lo cambiado que podía parecer alguien


- Debo esperar que te brillen los ojos y  comiences a ordenarme que me postre de rodillas frente a ti?
- Hay cosas más terroríficas allá afuera que pueden tomar la voluntad de  una persona sin tener que ser un Goa'uld. -respondió sin un dejo de humor en la voz, pero esta vez con más tristeza que seriedad.
- Supongo que es la amenaza a la que te refieres -el otro asintió y el General continuó -pero dices que no es Goa'uld.
- Tibio, tibio, es Tok'ra.
- Uf! Sabía que estaban totalmente fuera de control, pero no esperaba que vinieran a meterse justo bajo nuestras narices.  Es que ahora les ha dado por tomar hospederos sin su consentimiento?
- La Tok'ra sigue siendo demasiado refinada como para caer en eso. - Landry le dejó continuar sin interrumpirle - A esta Tok'ra en particular la conocí hace varios años en su propia base. Por algún motivo que desconozco fue como si muchos de nosotros nos intercambiaramos de cuerpo y no nos reconocieron. - el general abrió la boca... - No, no pregunte, en alguna parte debe de estar ese informe. Como sea, ya entonces le gustaba jugar a la química, creo que estaba tratando de desarrollar algo que hiciera que los Goa'ulds cantaran como canarios y no encontró nada mejor que usarlo en Tatenen y en mí sin haber sido todavía aprobado  por el Consejo. No vale la pena describir los efectos que tiene en alguien que no posee larva.


- Supongo que todo eso tiene alguna relación con la información que me traes.
- Haga usted mismo los cálculos: Bioquímica, neuromoduladores, falta de ética y, si se me permite decirlo, un toque de sadismo. Tiene diseñada una nueva y flamante droga, mucho mas potente que cualquier metanfetamina y también más adictiva. Si esa droga sale al mercado sus efectos serán desastrosos, créame.
- Entiendo,  investigaré al respecto, pero comprenderás que tengo superiores a los que debo informar de esta situación.
- Sólo hablaré con usted - el muchacho se había envarado como si le hubieran puesto electricidad.
- Tarik, confía en mí, no dejaré que…
-Mi nombre no es Tarik.
- Pfff, eso lo sabe cualquiera - respondió Landry con un resoplido.


La actitud e incluso la apariencia tan antinatural del individuo de ojos hundidos y desconfiados que tenía frente a si chocaba violentamente con la imagen juvenil que había tenido de él.  Eso le estaba cogiendo de los nervios y le hizo estallar en un arranque de exasperación


- Me vas a decir ahora que eres el Doctor Jones? En serio... Henry Jones? No esperarás que me trague eso, verdad Indiana?
-Fue un momento de presión,  tuve que pensar rápido y es lo primero que acudió a mi cabeza. - Las facciones del intruso se relajaron un poco y Landry se permitió bajar el tono también.
- Cómo debo llamarte entonces? Tengo que elegir alguno de entre la docena de pasaportes con tu foto que estaban en la carpeta que me dejo el General O'Neal? Sabes bien que el General sabía todo sobre ti.
-Y el General Hammond antes que él. Ya lo sabía todo antes de contratarme en el SGC.
- Por supuesto que lo sabía! Pensar lo contrario sería insultar su memoria. Lo que no dice tu expediente es por qué se atrevió a correr ese riesgo. Porque tienes que admitir que eres una amenaza a cualquier sistema de seguridad.
-Yo estaba fascinado con el Stargate desde que escuché de él. - el joven se tomó un tiempo para saborear esos recuerdos y fue como si un nudo se aflojara dentro suyo - Estaba cansado,  necesitaba rehacerme a mi mismo y Hammond necesitaba a alguien con mis "habilidades". Era una época complicada aquella, muchos problemas con los rusos, solo para empezar. Hice varios trabajos personales para él los primeros años, si me asignó al SG-2 fue precisamente porque hubiera resultado sospechoso que pasara tanto tiempo en su oficina si perteneciera a un equipo menos importante.  - Landry pudo ver un atisbo de sonrisa, una pizca del chico que había conocido detrás de esos ojos duros. - El Coronel Vaquilla siempre pensó que Hammond me citaba para reprenderme por algo que había hecho. Pasé muchas horas rellenando informes en castigo por culpa de aquellas reuniones.
- El General no dejó ningun archivo al respecto - comentó Landry.
-No. Creo que destruyó todo después de Gotterdamerung - El oficial le dirigió una mirada inquisitiva - con lo del Profeta y todo eso. La versión oficial es que ya no podía seguir confiando en mis servicios con un ente alienígena dentro de mi cabeza,  pero yo sé que esa no era la verdadera causa. Creía que yo había estado ya demasiado tiempo siendo manejado por otros y que era tiempo de que me soltaran las pihuelas. Era un buen hombre el General Hammond.
- Y que lo digas...


Se produjo una especie de silencio incómodo.  Mientras Landry parecía un poco abrumado por ese arranque de información personal el otro se avergonzaba de haber dejado la guardia baja por un momento.


Mira, voy a llamar a alguien para que te escolte dentro del Comando. Por qué no pasas a ver a Carolyn? Estoy seguro que le encantará verte.
- Verme y clavarme agujas y auscultarme y tomar muestras de cada uno de mis fluidos, no gracias.
- Valía la pena intentarlo. - suspiró el General Landry - Al menos date una vuelta por la cafetería, Dios sabe que  no te harían mal unas calorías extra. En realidad bastantes calorías extra si pretendo que te hagas cargo de algo que quisiera encomendarte.
- Mi relación con el SGC está terminada. - En cosa de un segundo el joven había retomado la actitud tensa de un gato feral.
- Soooo!  Me interesa tanto mantener este asunto lejos de las manos de algunos dentro del Comando como a ti. - Landry esperó un segundo a que el chico se relajara de nuevo un poco, cosa que no consiguió del todo.
-Escucha, lamento informarte que no eres el único miembro del SG-2 que desapareció. Fuiste el primero, pero luego a la Coronel Antea se la tragó la tierra y finalmente al Doctor Cora, aunque su caso es harina de otro costal.
- ¿Qué pasó con Antea? - todo su cuerpo estaba de nuevo tenso, aunque ahora con otro tipo de tensión.  


Fue la primera vez que al General se le ocurrió asociar la palabra "peligroso" con el hombre que antes había conocido como Tarik.


- Tengo algunas pistas... aunque si se marchó por su propia voluntad, como sospecho, no quiero que termine en una Corte Marcial. Ya me entiendes, queda entre tú y yo. En fin, no lo discutiremos aquí,  yo te enviaré la información.
- Sí, señor. Puede contar completamente conmigo.
- Lo sé, lo sé. Avisaré a Linda para que te asigne una escolta.


Se levantó de la silla para acompañarlo a la puerta y estuvo a punto de apoyarle la mano en el hombro para despedirlo, sin embargo a último momento algo le hizo contenerse, ne le parecía que fuera a estar muy agradecido de ninguna violación a su espacio personal. En cambio se conformó con alargarle un Post-it con un número privado.


- Por cierto, al final cómo se supone que debo llamarte?
- Ignothos estará bien, o Nomen Nescio si prefiere, lo mismo da.
- Hijo, - el joven había estado a punto de cerrar la puerta cuando Landry lo interrumpió - Por cierto, si lograste llegar hasta mi oficina no es por tus extraordinarios dotes de ninja, es porque nunca desactivé tu pase de seguridad. La puerta siempre quedó abierta por si necesitabas volver.


Mientras cerraba la puerta al General Landry le pareció ver una verdadera sonrisa en el rostro del hombre, una que quizás hasta había alcanzado sus ojos.

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