martes, 19 de mayo de 2015

MENTIRAS por Alfonso Inchau



Tras una noche lluviosa, Colorado Springs se levantó con una mañana clara y despejada que invitaba a pasear. Pero el sargento Inchau no la pudo disfrutar, ya que tras el fin de semana de relax, el lunes empezaba de nuevo a trabajar. Veinte niveles por debajo de la tierra la humedad dejada por la lluvia del día anterior era imperceptible, y tras el camino hacia la base bañado por el sol, la luz artificial de las bombillas le parecía insufrible.
-Buenos días sargento- Dijo un civil de la base
-Serán para ti, Daimon.
-Pero que dice, si hace un día estupendo.
-Si, fuera hace un sol espléndido, los pájaros cantan y las nubes se levantan. Pero lo que es aquí dentro... se esta ¡COMO SIEMPRE!
Daimon se encogió sobre si acobardado y se fué a paso ligero. En ese momento, un brillo blanco acompañado de un zumbido hizo desaparecer al sargento Alfonso Inchau.
-Ese grito era de Alfonso ¿no?- Dijo Jacob Cora el ingeniero desde el umbral de su laboratorio.
-Si, era el- Dijo Kevin Daimon- pero acaba de desaparecer a mi espalda.
-¿Desaparecer?
-Si, ha desaparecido.
-¿Con un zumbido y un resplandor blanco?
-Si.
Entonces Jacob se dio la vuelta, y agarro uno de los teléfonos que comunicaban con el general.
-General, un rayo de teletrasporte asgard acaba de teletrasportar al sargento Inchau.


-Hey hey hey hey, esto quien y a donde me habéis trasladado, por que no pretenderéis que piense que esto es la base, al menos el sub nivel veinte.
-Saludo Alfonso Inchau, soy Balder, de los asgard-dijo un alienígena pequeño de piel grisácea cabeza grande y ojos negros y saltones que lo esperaba de pie a la espalda del sargento.
-Wau –dijo con asombro el humano y sin tener idea de que decir mas.
-Estas a bordo de la Mupsell, y requiero de tu ayuda para un asusto que favorezca a tus iguales humanos del planeta Vijle.
-Quizas esta no debería ser la primera pregunta que le hiciera a un asgard, pero ¿por qué a mi? Thor siente predilección hacia el coronel O’Neill.
-Por que yo, no soy Thor –dijo el asgard abriendo aun mas los ojos-.Vigle es un planeta que acaba de ser atacado por los replicantes. Los asgard hemos conseguido erradicarlos del planeta. Y lo goa’ulds ahora se acercan para conquistarlo aprovechando nuestra victoria.
-¿y por que no lo reclamáis como vuestro?
-Por qué no somos los malos, y el pueblo de Vijle tiene derecho a elegir sobre su destino. Te necesitamos para que te hagas pasar por el dios asgard Balder ante el pueblo de Vijle, y de habitante de este planeta ante los goa’uld.
-Entonces estaríamos haciendo lo mismo que hacen los goa’ulds con otros pueblos, los estaríamos engañado para que veneren a una raza de falsos dioses.
-Puede que nos veneren, pero esa inconciencia les hará libres de la esclavitud de los goa’ulds. Pues pensamos introducirlos en el tratado de planetas protegidos del que vuestro mundo forma parte.
-Delgada línea entre bien y mal –dejo caer Inchau.
-Delgada es, si –respondió el alienígena.

La nave, girando dejo la orbita terrestre, su velocidad era enorme, pero mas grande seria al saltar al hiperespacio. Balder toco unos controles y como si una membrana lisa se tratara el cielo estrellado que veían por proa vibró levemente para dar paso a la formación de un agujero hiperespacial por el cual se introdujeron.

Mientras tanto, en la base del Comando Stargate el general Hammond se reunía con el SG-2 y el SG-3.
-¿Estamos seguros de que fueron los Asgard? –Pregunto el general.
-Seguros al cien por cien no podemos estar, no han dejado ningún mensaje
-Pero donde esperas que te degen un mensaje –interrumpió el coronel Er a Cora- ¿en el busca?
-Cálmense –ordeno amablemente Hammond- Sean o no los asgard es su tecnología, la descripción de Kevin Daimon y lo captado por las cámaras de seguridad así lo indica. Esperaremos que de señales de vida. Ya hemos tenido este tipo de abducíones por parte de los asgard otras veces y el personal ha sido devuelto sano y salvo.

-Dime Alfonso –dijo Balder mientras tocaba los controles de la nave. –estas versado en la mitología Asgard.
-Bueno, no demasiado, pero algo se –respondió Inchau mientras miraba asombrado toda la tecnología que abundaba por la nave-. Mas que yo sabe el Dr. Jakson o el Dr. Foster por supuesto.
-Bien, pues sus conocimientos deberá aplicarlos sobre el pueblo de Vijle. Omitiendo la parte del mito de mi muerte. Aun así, en esa pantalla puede leer todos los textos de mitología asgard conocidos en nuestros planetas –dijo el alienígena alargando el brazo para señalar la zona citada de la estancia.- Con mover la piedra que se encuentra en su respectivo panel de control por las diferentes runas podrá leer mas mitos.

La nave salió del hiperespacio causando la misma reacción que al entrar en el y al poco tiempo se paró dejándose llevar por la orbita natural del planeta de destino: Vijle. Según la vista que Inchau tenia desde la nave era un planeta verde en su totalidad con nubes semejantes a las que rodean la tierra; pero en realidad no era todo boscoso, sino que la atmósfera del planeta, aunque habitable, tenia un color verde claro y relajante.
-Hemos llegado –dijo Balder dejando los controles para dirigirse a otros-. Ahora de veras vestirte para la ocasión como la cultura popular de este pueblo dicta –y tocando unas runas de el nuevo panel, un fulgor blanco envolvió a Inhau, pero no lo trasporto, sino que lo cambio de ropa vistiéndolo con una pesada, armadura dorada de excelente manufactura-. Ahora tienes que bajar, llegaras en el centro de la población regente del planeta, y harás lo que hemos acordado; Toma –y dándole una piedra que era un comunicador Asgard concluyo-, estaremos en contacto.
Y tocando Balder toco de nuevo el teclado, Inchau fue teletrasportado al planeta.

En la capital mundial de Vijle, casualmente, era el mercado anual, y gente de todo el planeta estaba presente, estaban aun en decadencia tras el ataque replicante, pero intentaban continuar con sus vidas.
Entre aquella multitud de habitantes, apareció rodeado por el rayo de trasporte Alfonso Inchau caracterizado como un Balder escandinavo. Se vio rodeado de gente asombrada e incluso asustada que bien podrían haber sido sacados de un renacimiento florentino del quatroccento.
-Tranquilos –Dijo Inchau intentando calmar la excitación de los allí presentes- Soy Balder, y vengo a infundir la esperanza a vuestros corazones y la iluminación a vuestras almas –Se dirigió a una zona algo mas elevada y tomando posición de salvador continuo-. Se que una plaga mandada por uno de mis enemigos a asolado vuestras tierras, pero mi luz los expulso y sois de nuevo libres. Soy dios de la luz, las cosas bellas que hay bajo el cielo y sobre todo de la esperanza, y con mi poder quiero protegeros del mal inminente que acecha de mas allá del cielo.
-Te consideras un dios salvador pero nadie te vio librándonos de la plaga –dijo alguien de los allí presentes.
-Baal llego hace dos días y nos dijo que lo sirviéramos en pago de la duda que tenemos con el, el es el verdadero salvador de nuestro mundo –dijo otro.
-Baal es un falso dios que busca cualquier pretexto para aprovecharse, para esclavizaros y que lo sirváis –Continuo ablando Inchau-. El os hace pagar una deuda de la cual no os ha salvado. Yo os ofrezco protección, sin animo de que me devolváis ningún servicio. Baal y otros seres malévolos como el era la menaza de la que hablaba. Yo, os ofrezco el conocimiento que os hará llegar a la felicidad, la reconstrucción de lo devastado por la plaga metálica de replicantes (pues así los llamamos) y la protección contra todos los males exteriores. Tomad, en muestra de mi buena fe. Tomad y comed todos de el.
Y ante toda la multitud, con el brillo y zumbido del rayo de trasporte asgard surgió una montaña de fruta y cereal, e Inchau volvió a la nave.

-Has estado bien Alfonso –dijo el autentico Balder-, podrías haber estado mas convincente, pero no ha sido así. Dejémosles tiempo para pensar, y guardaremos el planeta por si Baal o algún otro goa’uld vuelve.

Dejaron pasar dos días, y al medio día del tercero, Inchau volvió a bajar al planeta, con otra armadura distinta, también dorada, pero mas rica en belleza que la anterior.
-He vuelto a vosotros para saber si aceptáis mi propuesta de protección y enseñanza -dijo con voz calmada ante la multitud que seguía mirándolo con asombro.
Un hombre salió de entre el gentío. Afirmaba formar parte del consejo que regia su mundo.
-El consejo de los pueblos de este mundo se reunió ayer, y estuvimos hablando sobre lo que dijiste, o gran Balder –dijo el hombre clavando una rodilla en el suelo e inclinándose.
-Por Asgard –exclamo Inchau- amigo mío levántese, no estoy aquí para que la gente me guarde tributo, sino para facilitaros el camino.
-Has pasado la prueba que el pueblo de Vijle te puso –dijo el hombre levantándose- No buscas sacar provecho de nosotros, sino que nosotros saquemos de ti, luchas relámete por el bien. Hemos decidido que aceptamos lo que nos ofreces.


El rayo de transporte asgard volvió a envolver la figura de Inchau y este fue a parar a la nave del autentico Balder.
-Los asgars te estamos agradecidos- Dijo el alienígena que lo esperaba-. Todo lo que tenias que hacer en el planeta esta hecho, ahora solo queda grabar un mensaje holográfico para la casa de la sabiduría que erigiré en Vijle y esperar a que los goa’ulds se reúnan con nosotros para firmar el tratado; mientras tanto serás devuelto a tu planeta. Donde de veras esperar a ser de nuevo abducido.

En aquel momento del hiperespacio salió una nueva nave, mas brillante y aerodinámica que la de Balder, una nave asgards dispuesta para la guerra con su mas moderna tecnología. Un canal de video y audio se abrió y por el apareció otro alienígena similar a Balder.
-Saludo comandante Balder, soy el comandante Ullr a bordo de la segunda O’Neill como pediste garantizare la seguridad del planeta mientras devuelves al Taury a su hogar.
El mensaje se corto bajo la tranquila mirada de Balder y tocando el panel de control de la nave esta entro en el hiperesacio camino a Taury, trasportando al sargento.

El viaje de varias horas se hizo corto para el sargento pues la compañía de un asgard le fascinaba. Abandonaron el hiperespacio para ponerse en orbita con la tierra y Alfonso Inchau fue devuelto al mismo punto del pasillo al que había sido abducido.
Tarik que casualmente doblaba una esquina de aquel lugar levantó la mirada de los papeles que estaba leyendo y arqueo las cejas.
-Señor, ¿no había sido abducido?
-Si, pero he vuelto.
-¿Qué fue lo que paso, señor?
-Los asgard, han sido los asgard- respondió felizmente el sargento. Y por favor Tarik, si yo te hablo con confianza y de tu, haz tu lo mismo conmigo por favor.
-Lo intentare señor.

Inchau se dirigió a paso rápido y contento saludando a todo el mundo que encontraba por la base como si hiciera eones de su desaparición, y la gran mayoría incluso no sabían que esto había ocurrido. Cuando llego al despacho del General Hamond y este lo vio se levanto rápidamente.
-¿qué demonios ha paso? –exclamo el General.
-Señor, los asgard me necesitaban.
-¿Y no pudo avisar de que esto pasaría? ¿sabe el revuelo que ha causado entre el SG-2, SG-3, científicos, personal de seguridad... incluso estaba escribiendo un informe al pentágono.
-Señor pido disculpas pero ya sabe como son las abduciones de los asgard sin pedir prestado a nada ni nadie.
-Eso le salvara de algún castigo –dijo el general-. ¿qué querían esta vez?
-Lo que le voy a decir queda grandilocuente, peor es la verdad, quisieron que me hiciera pasar por un dios ante un pueblo, demasiado primitivo para mostrarse ellos personalmente.
-¿Los asgard obrando como goa’uld?
-No señor, la intención es sumar el planeta al tratado de planetas protegidos.
-Mejor relléneme un completo informe, lo quiero en esta mesa en cuanto le sea posible -dijo clavando el dedo sobre el escritorio.

Inchau fue a la cafetería, allí vio a los que estaba acostumbrado a encontrar allí: Jacob Cora, y Foster, a los que le contó su hazaña para mas tarde quedar solo escribiendo ante una taza de café.
El tiempo pasaba y el Sargento redactaba el informe con todo lujo de detalle e incluso con el café quedaba en duermevela en algunos momentos. Una vez acabado cuando fue entregarlo a general, este ya no se encontraba en la base, pues había regresado a su hogar. Inchau esperaría hasta la mañana siguiente para entregarlo, y así fue, instantes depuse de que el general pisase su despacho entró Inchau con su informe en mano, saludo debidamente al general y al dejarlo caer sobre la mesa el rayo de trasporte asgard lo abdujo ante los ojos de su superior.

-Saludo Alfonso Incau, los Goa’uld dieron su avisó de llegada al poco tiempo de mi regreso a Vijle. Ha llegado el momento de mas importancia del plan de los asgard.

Legaron al a orbita, la O’neill II y Ullr continuaban allí. Balder ofreció a Inchau las prendas que debía vestir en la cumbre y fe informado de todos los puntos a tratar y como debía reaccionar ante cada uno de ellos.
Horas después tres Ha’taks salían el hiperesapacio las cinco naves que allí estaban formaron un circulo y en un Al’Kes que se detuvo en el centro se celebraría la cumbre.

Alli esperaban tres Goa’ulds, uno de cada Ha’tak; y posteriormente llegaron teletrasportados Ullr, Balder y el sargento Inchau.
-Saludos Baal, Satet y Mictlán –dijeron educadamente los Asgars justo al llegar.
-Esperemos –dijo Baal con la voz metálica de los goa’ulds- que no se incomoden estando en esta nave de guerra.
-No lo estamos –Dijo Balder- gracias por mostrad su preocupación.
-Tomad asiento –Intervino Satet reina entre los goa’ulds.
Al Sargento Inchau tanta educación le daba mala espina, pero los asgars parecían bastante tranquilos. De repente Mictlán dio un fuerte golpe en el reposabrazos de si sillón.
-¡Tanta cortesía es innecesaria, nos despojan de un valioso planeta y no hacéis mas que hacer como si nos os importara!
-Tranquilizate –calmo Baal a Mictlán hemos decidido discutir si firmar el tratado o no, dejémonos de introducciones y oigamos lo que tenga que decir el humano.
-Señores- dijo Inchau pareciendo avergonzado- en nuestro planeta hemos recibido la propuesta de serviros vuestras mercedes, o a los Asgars, el pueblo decidido y puso a priva la actitud de ambos bandos, y decidido por unanimidad que preferimos mantener el trato con el pueblo de Asgard.
-Espera un momento –dijo Satet levantándose de su cómodo asiento- Conozco a este... ¡TAURY! Estuvo en mis prisiones durante algún tiempo –y girándose hacia los asgard continuo enfurecida-: Farsantes enanos grises ¿que pretendíais hacer? Esto puede invalidar todo el tratado de planetas protegidos y lo sabéis.
-Mi señora Satet- Intervino Inchau cortando la ira de la goa’uld. Pido clemencia y la intervención de uno de los auténticos habitantes del planeta sobre el que debatimos.

La Al’kesh comenzó a moverse y rápidamente bajo al planeta, muchos de sus habitantes llegaron a su encuentro, con el corazón atemorizado pues era la misma nave que le vieron a Baal. Entonces salieron los goa’ulds el taury y los asgard y ante la atenta mirada de los allí presentes Inchau avanzó y vestido como un habitante mas de el pueblo de Vijle hizo un nuevo discurso.
-Pueblo de Vijle que tan notablemente me ha acogido. Me dirijo ahora a vosotros para haceros una bochornosa confesión. No soy Balder, el dios que dije ser, ni mi poder es el que visteis; Balder es este pequeño ser gris y yo hable en su nombre. Su aspecto puede aterrorizaros, pero no es menos atemorizador que el de Baal y sus actuales compañeros. Si elegisteis libremente seguir lo que os propuse es que elegisteis seguir lo que el autentico Balder os propuso. Decidme entonces, que es lo que preferís, servir a los Goa’ulds, o aprender de los Asgard. Están presentes ante vosotros para escucharlo de vuestras bocas y verlo en vuestras caras.

La gente que estaba allí presente se mostró muy dubitativa, incluso no sabían que decir, murmuraban e incluso hacían amago de irse. Pero en aquel momento de flaqueza la voz del hombre que puso Inchau a prueba salió de entre la gente.
-La sinceridad es una virtud de gran valor. Todos habéis mentido pero si debemos de elegir si aprender de unos mentirosos con buenos intenciones o rendir pleitesía a otros mentirosas cuya oscuridad esta presente en el brillo espelúznate de su mirada, elegimos el peor de los males. Estaremos bajo la protección de los auténticos Asgard, y aprenderemos de ellos.

Enfurruñados los tres goa’ulds desarmados volvieron a su nave. Inchau felicito a los habitantes de vigle por su decisión para después desaparecer en el fulgor blanco del teletrasporte.
Ullr continuo vigilando el planeta hasta que el consejo Asgard le delegara otra orden, y Balder llevo de regreso a Inchau a la tierra. El viaje fue silencioso e incluso podría decirse que incomodo. Cuando la nave se detuvo Balder se dirigió al sargento y le hablo con voz tranquila y serena.
-A los Asgard nos cuesta reconocer nuestro error, la sinceridad ha sido lo mejor que podríais haber hecho, incluso de la forma que lo hiciste, sin consultar a nadie. Los asgard seguro que lo agradecen, yo lo hago y espero que no sea la ultima vez que colabores con nosotros.

El rallo devolvió a Inchau al despacho de Hammond que en ese momento estaba leyendo resignado el informe que Inchau le había dejado tiempo atas.
-Sargento espero que este juego halla terminado.
-Si señor, así es, todo esta solucionado, y Vijle forma parte de los planetas protegidos, espero que me devuelva mi informe, para termínalo con lo que acabo de vivir.

FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario