Superficie de un
planeta remoto...
Me costó convencer a Hiram de que debía entrar sola en la
Ha´tak insignia. Él era de lejos mejor piloto que yo y le recordé que
necesitábamos que la pequeña nave que el
tok´ra había conseguido fuera un
medio de escape seguro y que estuviera a punto para en pocas palabras
"salir pitando" si la cosa se complicaba.
- Probemos el audio- dije tocando el pequeño transmisor
dentro de mi oído- uno, dos...
- Perfecto- contestó Hiram desde el sillón del piloto.
- Ok, ahora bajo el pequeño visor, ¿ves lo que yo veo?
El pulgar hacia arriba del joven me indicó que todo
funcionaba correctamente.
- Pues ya está todo- me palpé las armas que llevaba encima
dentro de las cartucheras y a la espalda- en cuanto esté dentro me vas
indicando.
- No hay problema, conozco los pasillos de las naves
goa´ulds a la perfección, son todas iguales- sentenció.
- Recuerda, dame un camino seguro hasta su habitación alejado
de los guardias después no me importa causar algo más de ruido.
- "Roger", ten cuidado- y guiñó un ojo- te veo en
unos minutos.
Bajé por la rampa hasta la superficie del templo abandonado casi en ruinas y activé los anillos de
transporte que me introdujeron en la Ha´tak en órbita con el planeta. El
brazalete fue una de las sorpresas de Scar, el objeto nos daría vía libre para
una incursión sigilosa por un camino poco transitado dentro de la propia nave.
La luz de los anillos desapareció y me encontré en una zona
solitaria. Armada hasta los dientes
avancé unos cuantos metros, de momento nadie a la vista.
- Todo despejado- susurré- añado modo visual, indícame.
- Vaaale, dame un
minuto para orientarme
- ¿Estás de broma?
- Tranquila...usa el
pasillo de la izquierda encontrarás un conducto de ventilación por el que te
podrás colar.
Siempre he odiado estas naves, son laberínticas y confusas.
Paneles tras paneles llenos de jeroglíficos en pasillos interminables pero los
conductos eran aún peor y cargada con tanto armamento la cosa se ponía
realmente incómoda.
- ¿Cómo vas?- la
voz de Hiram sonó en mi oído- parece que
estás corriendo una maratón.
Me detuve un instante
- Si estuvieras reptando cual gusano me entenderías.
- Mmm, no me gustan
demasiado los espacios tan estrechos y cerrados aunque sea en tan buena
compañía.
- Ya...- contesté retomando el ritmo- prefiero no
imaginarlo. Este conducto se acaba, desde ahora silencio de radio por mi parte y
tú solo dame instrucciones.
- Me siento un poco
"Jarvis" en este momento ¿podré hablarte sin que me repliques? uuuh,
no sabes lo que has hecho Larita...
Siguiendo las indicaciones de Hiram llegué sin dificultad a
la parte superior de la Ha´tak donde supuestamente estaban los aposentos del
goa´uld y por lo tanto nuestro objetivo. Dos guardias vigilaban la puerta de
acceso a las dependencias privadas, en teoría su señor estaba en el planeta
cosa que habíamos aprovechado para la incursión, en cualquier caso tenía que
entrar. Desenfundé la zat y disparé una ráfaga a ambos guerreros,
rápido, limpio y silencioso. No estaban muertos pero si inconscientes durante
un buen rato.
- El símbolo de Isis
es el picaporte
Busqué rápidamente el símbolo que me indicó Hiram y lo
presioné, la puerta se abrió. Me deslicé en la habitación alumbrada tenuamente
por lujosas lámparas de cristales y ambar esparcidas estratégicamente por toda
la estancia. Una enorme cama con un
dosel dorado presidía el centro de la habitación. Las lujosas sábanas y colchas
estaban revueltas "buena señal", pensé, mientras me acercaba poco a poco.
- Uy, uy, chico malo-
comentó el Tok´ra- ¿nadie le ha enseñado
a tu novio que hay que hacer la cama antes de salir de casa?
Resoplé internamente y me acerqué más a la cabecera al
tiempo que sacaba una pequeña pero potente linterna.
- Vamos, vamos- susurré mientras "peinaba" la
almohada y los cojines apoyados en el cabezal- ¡bingo!- cogí un pequeño tubo
del cinturón y unas pinzas, agarré con cuidado el dorado cabello.
- Si el rubiales se
quedara calvo ¿te seguiría gustando? venga...sé que Riddick te pone, no lo
niegues.
- Cállate ya!
- Deja lo que estés haciendo y date la vuelta- una voz sonó
a mi espalda.
Maldecí en voz baja y me giré con cuidado, allí bajo el
dintel de la puerta abierta había una mujer apuntándome con una lanzadera jaffa.
-¿ Quién es esa,
Wonder Woman?
La observé detenidamente, su mirada era intensa y fría.
Vestía una ajustada coraza dorada sobre su pecho mezclada con correas de cuero
y en uno de los hombros portaba una gruesa piel de animal a modo de capa.
- ¿Cómo te atreves a entrar aquí? ¿eres acaso una ladrona?-
preguntó extrañada enarcando una de las perfiladas cejas- pagarás por haberte
osado a acercarte a esta habitación pero antes contestarás a todas mis
preguntas.
- Lo siento- dije levantando los hombros- no hay rueda de
prensa para ti hoy, guapa.
Noté como su expresión se enfurecía y la lanzadera se
encendía, giré rápidamente saltando por encima de la enorme cama llegando hasta
el otro lado, el disparo impactó entre las sábanas y miles de plumas que
rellenaban el colchón se esparcieron por toda la habitación. Desenfundé la zat
y rodé por detrás el dosel mientras las plumas seguían planeando ¿dónde se
había metido? Una patada que salió de la nada me arrebató la zat que salió
disparada lejos de mí, la mujer estaba muy cerca y pude agarrar la lanzadera
que ella aferraba fuertemente con ambas manos. Usando todo el cuerpo giré y la
lancé contra la pared más cercana, se quejó con el impacto y soltó
involuntariamente el arma que rebotó en el suelo metálico. No tardó en
arremeter con golpes certeros de puño, esquivé unos cuantos pero me impactó un
par de veces en el costado y en la cara con fuerza. Con el ruido que estábamos
haciendo no tardarían en llegar más guardias, tenía que acabar con esto pronto.
La proximidad hizo que pudiera usar la rodilla para pegarle en el abdomen y con
una fuerte patada la empujé hacia atrás, a pesar del impacto se tambaleó pero
no llegó a caer. Era muy fuerte, una auténtica guerrera, sin duda ocupaba un
puesto importante en el ejército de jaffas. Sonrió maliciosamente y se deshizo
de la corta capa dejándola caer en el suelo, no cabía duda de que estaba disfrutando con esto y en el fondo creo que yo también. Ahora era su
presa y no me dejaría marchar tan fácilmente, tenía que desconcentrarla de
alguna manera.
- Sabes- dije- no peleas mal para ser una segundona ¿qué te
ha prometido Dastan? ¿oro, poder o tal vez algo más carnal? Puedo darte
información sobre eso, lo he catado personalmente.
Una exclamación ahogada se oyó por al audífono y un grito de
furia salió de la garganta de la mujer, había tocado el resorte correcto, se me
abalanzó como un animal enjaulado y ese fue su error. Aproveché el peso de su
embestida para lanzarla con una maniobra de combate por encima de mí. Cayó de
espaldas y acto seguido me senté rápidamente sobre su cintura usando mi propio
cuerpo como arma. Después le golpeé con toda la fuerza de mi puño directamente
en la mandíbula algo que por suerte fue suficiente y consiguió dejarla
inconsciente.
- Buena pelea- dije levantándome de suelo y echando a correr
mientras oía como se acercaban pasos por los pasillos cercanos.
Disparé algunos
cargadores por el camino de vuelta que como ya había predicho no fue tan
silencioso. Tras unos minutos de carrera intensa llegué a la sala de los
anillos y de ahí a la superficie del planeta. La rampa de nuestra pequeña nave
estaba en posición.
- Ha estado bien, lástima no haberlo visto en directo. Por
cierto, has mejorado tu derechazo desde la última vez que vi que le arreabas a
alguien.
La voz de Hiram resonaba aún en el audífono dentro de mi
oído, me lo fui quitando mientras la nave despegaba.
- Salgamos de aquí- dije sin muchas ganas de conversar, la
verdad es que la bajada de adrenalina empezaba a notarse y necesitaba sentarme.
- ¿Lo tienes?- preguntó el joven desviando un minuto la
mirada de los mandos de la nave hasta mí, saqué un pequeño tubo alargado de mi
cinturón.
- Lo tengo- dije mientras me situaba en el lugar del
copiloto y ambos reímos mientras el motor del hiperespacio rugía y nos alejaba
de la zona.
Continuará...
El momento homoerótico, era necesario??? Jajaja.
ResponderEliminarC.D.
Jajaja, ya sabía yo que la pelea de chicas te iba a gustar ;)!
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